DOS FUTUROS MIEMBROS DEL SALON DE LA FAMA DEL BOXEO SE VEN LAS CARAS

ROY JONES VS TITO TRINIDAD

Roy Jones, rey de las listas de los mejores boxeadores libra por libra y campeón en cuatro divisiones diferentes, se hace llamar "Superman", y predice que noqueará a Trinidad en el cuarto asalto de su combate de este sabado 21 en el Madison Square Garden de Nueva York.

Trinidad, ex campeón mundial en tres divisiones e icono puertorriqueño tratando de volver después de su segundo retiro y de una pausa de dos años y medio, afirma que Jones caerá en dos.

El problema, sin embargo, es que mientras la pelea entre estos dos grandes en decadencia, titulada como "Traigan a los Titanes", ciertamente tiene todos los ingredientes para ser un combate entretenido, el enfrentamiento simplemente no tiene el atractivoque alguna vez tuvo.

El promotor Don King, batiendo los tambores para promocionar una pelea que hasta ahora es un fracaso de taquilla (probablementedebido a los exorbitantes precios de sus boletos), disputa esa descripción del combate.

Hubo un tiempo en el cual de sólo pensar en un combate entre Jones y Trinidad los fanáticos se hubiesen babeado, en comparación con la tibia atmósfera que rodea a la pelea de este sábado, que será disputada en las 170 libras con Jones bajando desde sus 175 y Trinidad peleando por encima de las 160 por primera vez.

En el 2001, cuando ambos estaban en su mejor momento, era una pelea de ensueño que se discutía seriamente.

Jones, por entonces el campeón semipesado indiscutido, dominaba los listados de boxeo libra por libra con mano de hierro. Trinidad era el invicto y unificado campeón mundial mediano junior en preparación para subir a las 160 libras como la atracción estelar de la serie de campeonato de medianos de Don King, pensado para coronar al primer campeón indiscutido de esa ilustre categoría desde Marvelous Marvin Hagler a finales de los '80.

Si todo hubiese funcionado del modo en que se suponía que funcionase, Trinidad hubiese ganado

fácilmente sus dos combates, para reclamar el título indiscutido y subir de peso para desafiar a Jones en lo que seguramente habría sido una de las mayores peleas en la historia del boxeo moderno.